Es urgente quitar del camino a la suprema corte y al consejo de la judicatura
Francisco Salvador Pérez, exJuez Federal y exmagistrado Federal,Oaxaca de Juárez Oaxaca , a 16 de agosto de 2018.
Para dar un tratamiento adecuado a los problemas de la Justicia en México se deben tener presentes en primer lugar los intereses nacionales, no cabe por tanto mantener en ese lugar a la actual Suprema Corte y Consejo de la Judicatura Federal sencillamente porque esas instituciones constituyen aspectos fundamentales del actual problema; responden las mismas al diseño que del Poder Judicial realizaron las últimas administraciones federales que ha tenido México desde las correspondientes a Carlos Salsinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, que son las administraciones a las que se ha dedicado a criticar López Obrador; desde su inicio, el gobierno de Ernesto Zedillo dio un golpe de Estado en contra del Poder Judicial Federal no precisamente en beneficio de México sino en beneficio del grupo oligárquico que venía señoreando aquella institución, a la cabeza de la cual despuntaron Mariano Azuela Güitrón , Genaro David Góngora Pimentel, Juan Díaz Romero, Guillermo Ortiz Mayagoitia, Luis María Aguilar Morales, quienes tuvieron el acompañamiento de Vicente Aguinaco Alemán, elementos foráneo, cabecilla del grupo y obviamente operador del Presidente en el momento, el aludido Ernesto Zedillo. El golpe consistió en destituir a todos los entonces ministros de la Suprema Corte y sustituirlos por aquellos que integraron la Suprema Corte a la llegada de aquel presidente. Así la Suprema a Corte dejó de funcionar durante varias semanas. Asimismo por instrucciones de Ernesto Zedillo se procedió a hacer sensibles modificaciones en el seno del Poder Judicial Federal, principalmente con la creación del Consejo de la Judicatura Federal como institución anómala paralela a la Suprema Corte, organismo desde entonces existente con una estructura verticalizada al servicio de los intereses del poder Ejecutivo Federal, totalmente desligado de los intereses populares, y por tanto de carácter absolutista y antidemocrático. Desde entonces, SCJN y CJF , institucional y legalmente como un dúo intrincadamente monolítico hacen causa común al servicio de los intereses del poder Ejecutivo Federal y en demérito de la autonomía , de la independencia, de la dignidad y del profesionalismo de jueces y magistrados federales, contando en ello también la autolimitación que de su dignidad y potestades que para los ministros de la SCJN significaron los cambios mencionados.
Desde entonces haciendo causa técnicamente común, es decir , por imposición del Poder ejecutivo, se dedican a sojuzgar a todo el Poder Judicial Federal y muy particularmente a la dignidad y potestades de los jueces y magistrados federales; la justicia en México por ello siempre se guía hacia donde se dirige la veleta que sostiene la SCJN por cuenta de los grupos oligárquicos que gravitan en torno al Poder Ejecutivo. Así ni la SCJN ni el CJF son instituciones que velen por el interés nacional sino por el de aquellos a cuyos intereses responden. En los muy contados casos que salen a luz pública, los jueces y magistrados federales que por razones estrictamente profesionales y lógicas mediante argumentaciones y consideraciones jurídicas plenamente claras y asequibles llegan a disentir de los criterios ilógicos, abstrusos y burocráticos que sustentan los ministros de la SCJN en sus jurisprudencias desprovistas de plena legitimidad, son objeto de una persecución atroz en su contra; dentro de las secuelas de esta actividad siniestra, los jueces y magistrados son objetos de tratamientos crueles e inhumanos como difamación, estigmatización, escamoteo de sus derechos más elementales como privación de sus percepciones, sujetos a los procedimientos coercitivos más injustos y desequilibrados. Por ello es que Andrés Manuel López Obrador, AMLO, al proceder a hacer el diagnóstico de los graves problemas de México no se debe ir con medias tintas ni amedrentarse con el canto de las sirenas. El de la Justicia es uno de los graves problemas de México. Debe fijarse de lo que está ocurriendo en otros países; debe echar una mirada a Brasil en donde existe también un Poder Judicial henchido de maldad y perversión; debe ver los sucios y sádicos procesos judiciales que aquél poder entabló en contra de Luis Ignacio Lula Da Silva; debe echar una mirada a lo que está pasando en Argentina en donde también un tiranuelo ignorantón, Mauricio Macri, está sojuzgando a los argentinos y a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner ., manipulando precisamente la corrupción imperante en el Poder judicial; y también debe fijarse en lo que pasa con el noble expresidente del Ecuador, Rafael Correa, quien está siendo acosado precisamente por el Poder judicial del Ecuador manipulado por el tirano Lenin Moreno.
Entonces AMLO no debe irse por las ramas sino atacar el grave problema de la Justicia en México, desmontando de raíz ese sistema por oprobioso , no solo debe mandar a su casa a jueces y ministros de la SCJN y consejeros del CJF sino que debe desmontar sus estructuras oligárquicas; las funciones que actualmente realizan esas instituciones deben regresar a la potestad de los demás jueces y magistrados federales. Hay que decir también que los llamados tribunales –federales− de Circuito ameritan asimismo un cambio estructural. Todos estos cambios deben ser guiados e inspirados por los principios democráticos y basados en las experiencias de la Historia de México. Tenemos necesidad de inspirarnos en los paladines de la democracia con Hidalgo y Morelos, Benito Juárez y Emiliano Zapata, etc.